Es importante parar para poder seguir…
El ritmo de vida que llevamos, las exigencias del mundo actual, las cargas de este siglo XXI nos hacen buscar necesariamente espacios de pausa en nuestras vidas.
Uno de los agentes externos que más influye en nuestra piel es el estrés. El estrés excesivo conlleva a que nuestros niveles de cortisol (hormona del estrés) se eleven, en consecuencia nuestras células se afectan y el proceso natural de envejecimiento se acelera. Sin mencionar muchas otras consecuencias negativas que esto tiene para nuestra salud.